Pon a prueba si no tienes una relación enfermiza con tu trabajo

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Si estás agotado, físico, emocional o mentalmente probablemente estás sufriendo las consecuencias del síndrome Burnout. Este síndrome está caracterizado por un proceso paulatino por el cual las personas pierden interés en sus tareas, el sentido de la responsabilidad y pueden llegar a sentir profundas depresiones.

El síndrome, es la respuesta extrema al estrés crónico originado en el trabajo y tendría serias repercusiones en la persona, aunque también afectaría aspectos organizacionales y sociales.

México tiene el primer lugar en estrés laboral, por encima de países como China (73%) y Estados Unidos (59%), las dos economías más grandes del planeta, de acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El estrés forma parte de la vida cotidiana de los trabajadores mexicanos: 75% padece síndrome de burnout o fatiga por estrés laboral.

Podrías estar en riesgo de padecerlo

Puedes ser más propenso a experimentar Burnout si cumples con varias, de las siguientes características:

  1. Te identificas tan fuertemente con el trabajo que te falta un equilibrio razonable entre su vida laboral y su vida personal.
  2. Intentas ser todo para todos, asumir tareas y funciones que no corresponden a tu cargo.
  3. Trabajas en empleos relacionados con actividades laborales que vinculan al trabajador y sus servicios directamente con clientes. Esto no significa que no pueda presentarse en otro tipo de labores, pero en general doctores, enfermeras, consultores, trabajadores sociales, maestros, vendedores puerta a puerta, encuestadores, oficiales de cobro y otros muchos oficios y profesiones tienen mayor riesgo de desarrollar la condición.
  4. Sientes que tienes poco o ningún control sobre tu trabajo.
  5. Tu trabajo es especialmente monótono y no tiene sobresaltos.

Si contestaste positivo a más de 3, lo más probable es que estés experimentando el síndrome Burnout. Para ello, te compartimos algunos consejos para llevar una vida más saludable dentro de la oficina.

1. Escucha a tu cuerpo

Dolores de cabeza, presión arterial anormal, problemas de digestión y una constante sensación de ansiedad son algunos de los focos rojos del organismo cuando se enfrenta a grandes cantidades de estrés. Es importante prestarle atención al organismo y a esas señales para así, más que atacar los síntomas, poder enfrentar directamente lo que ocasiona el estrés.

2. Desconéctate.

Es importante tener tiempo para ti mismo, recuperar el enfoque y recargar energía, y eso sólo lo lograrás alejándote del trabajo en cuerpo y mente.Despeja las tardes y los fines de semana, y evita revisar tu correo electrónico para no presionarte de más. Si esto es imposible, considera establecer horarios para responder mensajes y trabajar. Si trabajas sin descansar, en el largo plazo resultará más improductivo para ti y para tu empresa.

3. Muévete.

Estar encerrado durante ocho horas al día tiene su efecto en el estado de ánimo. Es importante balancear el tiempo que pasas en la oficina con actividad física o caminando al aire libre. Algunas opciones son salir a correr o hacer ejercicio por las mañanas, caminar o llegar en bicicleta al trabajo.

4. Reserva tiempo para ti mismo.

Sin importar qué tan atareado te sientas, es importante tomar pequeños descansos de vez en cuando.No esperes a estar cansado para darte un respiro y reserva 15 minutos después de cada hora de trabajo para despejarte un poco, descansar la vista, estirar el cuerpo y respirar algo de aire fresco. Tu organismo te lo agradecerá.

5. Mantén cerca a tus amigos

En ocasiones las temporadas de trabajo intenso pueden darte la sensación de que no tienes tiempo para tu vida personal, pero esto es algo que debes combatir, pueses precisamente durante los periodos de presión laboral que amigos y familiares se convierten en aliados valiosos contra el estrés.

6. Organízate

La mayoría de las veces la presión laboral no proviene de un exceso de trabajo, sino de una mala administración del mismo. Procura organizar tu trabajo de tal manera que puedas resolver todo a tiempo pero sin presionarte demasiado, y en tu agenda no olvides hacer espacio para ti mismo y las actividades que más te motivan a seguir adelante.

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