5 medidas para prevenir la violencia de género

5 medidas para prevenir la violencia de género

La concientización y la prevención en la violencia de género son piezas clave para combatirla.

Actualmente, es uno de los temas principales en México y en el mundo. Se han lanzado campañas como #Niunamenos, movilizaciones ciudadanas masivas en toda América Latina y hasta campañas públicas gubernamentales donde recurren a la tecnología, como es el caso de la aplicación llamada “Mujeres Seguras”, que desarrolló el Gobierno del Estado Sonora, con el fin de erradicar la violencia de género y el repunte de feminicidios de la región.

México ocupa el primer lugar en feminicidios en relación a  las 24 naciones, tan sólo por debajo de Brasil. Sólo en los primeros tres meses del 2019 fueron privadas de su libertad 227 mujeres, siendo los estados con mayor incidencia: Veracruz, México, Sonora, Puebla y Nuevo León.

Con la finalidad de concientizar y utilizar la prevención como herramienta principal contra la violencia de género, te presentamos cinco formas en la que podemos ayudar a que esta ola de violencia, descienda.

  • Tomar medidas educativas en las escuelas.

La violencia contra las mujeres comienza desde la discriminación basada en el género, las normas sociales y estereotipos de género que perpetua la violencia. El abuso físico y psicológico suelen comenzar en la pareja, con la necesidad de controlar, dominar y violentar a la otra persona. Es por ello que la prevención debe darse desde temprano, re-educando y trabajado con niños y niñas, promoviendo las relaciones respetuosas basadas en la igualdad y la amistad y no en la posesión. En esta etapa es esencial llevar a cabo políticas e intervenciones, que prioricen los valores de género que con el tiempo paulatinamente se agravan.

  • Comenzar re-educando desde el hogar.

Los niños y niñas que son víctimas o testigos de la violencia doméstica pueden entender que la violencia es una forma razonable para la solución de conflictos. Por lo que en su desarrollo, crecerán con la idea de que la violencia está bien, tanto para la niña que aceptará violencia de su pareja, como para el niño, que tiene más probabilidades de abusar de mujeres cuando crezca. Es por ello, que cuando una situación de esta magnitud se presente, los pasos a seguir son:

-Ofrecer para las víctimas: vivienda, apoyo psicológico, apoyo informativo y educativo.

-Educación y apoyo para superar y prevenir las adicciones.

  • No fomentar el machismo en casa.

Delimitar los gusto que deben tener los niños y las niñas de manera diferenciada, según los estereotipos de género que marca nuestra sociedad, es una forma de alimentar el machismo. Construir niños y niñas con el ejemplo de los mismos padres y enseñar que el respeto y la igualdad es la clave para una buena relación. También implicarlos en labores de hogar sin distinciones, involucrarlos en ellas y eliminar las creencias machistas acerca de los roles definidos para los hombres y las mujeres en las tareas domésticas.

  • La denuncia es la clave.

Si tu pareja, un compañero de trabajo, un amigo o un familiar son abusivos o irrespetuosos contigo o con alguien cercano a ti, no lo evadas, ni lo ignores,  trata de hablarlo e intentar superar y buscar la ayuda pertinente. Si por el contrario no hay una solución y supera los límites a la agresión toma las medidas necesarias y denúncialo antes de que sea demasiado tarde.

  • Identifica cuando estás siendo víctima de violencia de género.

Las señales pueden estar enfrente de nosotros, pero las dejamos pasar por que se han convertido en nuestro día a día y las hemos normalizado hasta llegar al punto de persona que la violencia es algo de lo más común.

¿Cuáles son las señales de violencia de género que puede haber con tu pareja?

  • Te chantajea sentimentalmente.
  • Te ha mentido y/o engañado.
  • Quiere controlar la forma en la que vistes.
  • Te prohíbe tener ciertas amistades.
  • Quiere elegir a tus amigos.
  • Trata de controlar tu tiempo y saber que haces siempre.
  • Te cela sin razones.
  • Ha destruido algunas de tus pertenencias.
  • Violencia disfrazada de juegos o caricias.
  • Agresiones directas como golpes o cachetadas.
  • Amenazas de agresiones hacia tu persona, tu sexualidad o incluso tu vida.
  • Relaciones sexuales obligadas (violación).
  • Si estás viviendo alguna de estas acciones es momento de poner un alto.

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