¿Por que nos gusta sentir miedo? la ciencia nos explica la razón

Sentir miedo

¿Por qué nos gusta sentir miedo?

Cuando estamos muy asustados, se nos puede escapar un grito, los músculos se tensan, nos comemos las uñas, apretamos los puños e incluso soltando un golpe a quien tengamos más cerca. El miedo hace que nuestro cuerpo responda más allá de nuestro propio control, es como si fuese una acción involuntaria que se activa ante una posible amenaza.

La ciencia suele llamar miedo a un sistema de alarma que nuestro cerebro activa cuando detecta una amenaza. Se trata de una respuesta útil y adaptativa que conlleva cambios en la fisiología, en el pensamiento y comportamiento.

Es por ello que la ciencia ha analizado como es que nos afecta el miedo y por qué. Te damos las conclusiones de esos análisis.

sentir miedo 3

Cuando tenemos miedo se desata el mecanismo que se encuentra en el cerebro el cual regula las acciones esenciales para la supervivencia, como comer, respirar y en el sistema límbico, que regula las emociones y funciones del individuo. Cuando identifica un peligro, se desencadena los sentimientos de miedo y ansiedad.

Seguramente es la pregunta del millón. Si el miedo nos hace sentir dolor, perdemos la visión y hasta dejamos de escuchar, nos duele el estómago, ¿por qué hay personas que disfrutan pasando miedo? Y es que, sin ellas no existirían las famosas casas de terror, ni todo un mundo del terror en el cine.

Según un estudio en donde varios voluntarios vieron una película de terror, se determinó que las partes del cerebro que se activan durante la observación eran otras distintas a las que se creían. En vez de la amígdala, vieron actuar al córtex (se encarga de la visión), el córtex insular (donde reside la conciencia) y el prefrontal, (se asocia a la atención)

Además, cuando nos asustamos o algo nos emociona, produce placer. Es decir, nuestro cerebro produce las mismas sustancias: adrenalina, dopamina y endorfinas. Es por ello que disfrutamos tanto sentirlo. También te puede interesar: Rasgos más perturbadores de la personalidad humana

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *