Pese a todos los avances mediáticos en la lucha por la igualdad y la lucha contra la discriminación de la mujer, las cifras de violencia de género en la sociedad siguen siendo preocupantes: a nivel mundial se estima que una de cada 3 mujeres han sido víctimas de violencia de género, sea física o psicológica.
En México las cifras son más preocupantes: según el INEGI, el 66.1% de las mujeres ha sufrido violencia doméstica, laboral, sexual y emocional, lo que convierte a México en uno de los países en el mundo donde más arraigado está el problema.
El disminuir y erradicar esta nociva práctica cultural es uno de los grandes retos de la sociedad. Según la ONU Mujeres, esta lucha se ocupa a través de la promoción de la igualdad de género, el empoderamiento de las mujeres, estableciendo espacios públicos seguras para ellas y aumentando la participación de la mujer y su poder de decisión en los espacios públicos.
Sin embargo ¿qué podemos hacer en las esferas privadas para poner nuestro granito de arena en esta lucha global?
Consejos para detener la violencia de género
1. Reconoce los signos de violencia
La violencia contra la mujer se da en todos los contextos. Tenemos que tener los ojos abiertos para identificar los síntomas de la violencia y no cerrar nuestros ojos. Tanto como si nosotros la cometemos como si alguien de nuestro círculo cercano. Celos desmedidos, chantaje, señales de violencia física, negación de oportunidades del hombre hacia la mujer; son síntomas que debemos tener claros para verlas y hacer algo al respecto.
2. No ignores la violencia
Parte de la viralidad de la violencia de género es que las personas alrededor de la mujer que es víctima de violencia de género, prefieren no decir nada. No importa que la persona que ejerza esta violencia sea muy querida para ti; ignorar sus prácticas violentas es lo peor que puedes hacer. La integridad de la mujer está sobre todas las cosas. Denuncia, intercede, y oponte a las prácticas nocivas.
3. No culpabilices a la víctima
Muchas veces en nuestra intención de ayudar, terminamos juzgando y culpabilizando a la víctima. Evita hacer comentarios como “es que es tu culpa porque tú lo permites”. No sabemos las circusntancias y culpabilizar a la mujer de ser víctima de la violencia de género influye negativamente en ella, haciéndola sentir peor.
4. Dale seguimiento
Una cosa es reconocer la violencia. Pero lo importante es seguir al pie del cañón: ofrécete como un confidente y un ayudante emocional y práctico para la mujer que fue víctima de la violencia de género. Que vea que no está sola y que se puede apoyar en ti para salir de esta penosa situación.
5. No reproduzcas conductas violentas
Educar y hacer entender a las personas de tus círculos sociales que hay prácticas tóxicas que fomentan la violencia de género se logra a través del ejemplo. El respeto es el eje rector por el que nos debemos mover y reconocer que hay prácticas sexistas que todavía están insertadas en nuestra forma de ser es el primer paso para ir erradicándolas.