El uso excesivo de las redes sociales se ha convertido en un hábito cotidiano para niños, jóvenes y adultos. Nos permiten estar en constante comunicación y nos mantienen informados de lo que está pasando en el mundo en tiempo real. Al mismo tiempo, vivimos en una paradoja en donde estamos más conectados con el mundo virtual, que con el mundo exterior y de aquí surge una pregunta que inquietó a los científicos, ¿las redes sociales pueden causar depresión?
Un reciente estudio demuestra que los adolescentes y jóvenes de entre 13 a 32 años, que pasan mucho tiempo en redes sociales, tienen de 13% hasta un 66% de probabilidad de presentar depresión, que quienes no la utilizan.
Este estudio se basó en el aumento de la depresión juvenil, que explotó entre los años 2007 y 2015, que fueron los años en donde los teléfonos inteligentes o Smartphone, tuvieron su auge. La cifra de jóvenes con depresión subió de un 33% a un 67% en tan sólo 8 años. Lo más impresionante es que el aumento de los síntomas depresivos se corresponde con la progresiva adopción de los Smartphone, en ese periodo de años.
Sin embargo, no todo es malo. Para los jóvenes en esta etapa lo primordial es poder conectar con alguien con quien pueda compartir una afinidad o de socializar con su entorno, aunque sea más de forma virtual, que física. La conexión a distancia ha sido un arma poderosa que ha salvado la vida de miles. Ya se han mostrada casos en los que los interlocutores han sido un apoyo para personas que sufren depresión o para quienes estén pasando un mal rato.
Otro estudio realizado en 2017 se enfocó en adultos jóvenes de entre 19 y 32 años. El estudio descubrió que existía una relación entre el aislamiento social que percibían estos jóvenes y el tiempo pasado en redes sociales. La investigación detalló que es difícil determinar si existe un aislamiento social que empuja a los jóvenes a usar las redes sociales o el uso de las redes sociales puede llevar a un aislamiento.
Las redes sociales traen consigo un importante factor que empleamos de la peor manera: el autocontrol. Cuando no se tiene un manejo adecuado de las redes en nuestras vidas, suele afectar en aspectos emocionales, como lo es la baja de autoestima, inseguridad, falta de atención y hasta puede ocasionarte serios problemas para conciliar el sueño. Es importante tener un descanso de las redes, hacer un détox, en donde el control, los tiempos y nuestra vida tengan un sentido más real y menos virtual.
Equipo de redacción goodlink
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