¿Sabes que sucede en tu cerebro cuando escuchas música clásica o estás tocando un instrumento?
Un estudio desarrollado por German Center for Neurodegenerative Diseases muestra que la estimulación auditiva de alta gama, como la música clásica, activa muchas regiones del cerebro.
La música ha formado parte del ser humano desde antes de los antiguos griegos. Entre sus múltiples usos, ha servido como una inspiración para artistas, ayuda con métodos de relajación, sirve como técnica para dormir y lo mejor de todo, es que modifica ciertas áreas cerebrales asociadas a la procesión del ritmo y la armonía. Estos son algunos de sus beneficios.
La música tiene un efecto estimulante en la creatividad y la imaginación. Existen estudios recientes que demuestran como la experiencia y el entrenamiento musical mejora de manera significativa las funciones cerebrales.
Un estudio realizado por la Universidad de Helsinki, explica que la música clásica es capaz de alterar la función de los genes, implicados en la secreción de dopamina, sustancia que trabaja en conjunto con a la función de sinapsis, que se encarga del aprendizaje y la memoria.
Existe una plasticidad neuronal, que conduce a reorganizar las neuronas dentro de diferentes áreas, entre ellos la información obtenida y la consolidación de recuerdos duraderos. Esto explica por que algunos pacientes con demencia, a menudo recuerdan melodías aprendidas muchos años atrás.
Es por eso, que la recomendación es tomarse un tiempo a solas, buscar alguna melodía de Mozart, Beethoven, Vivaldi y darle la debida importancia a los factores que pueden ayudar a retrasar la demencia y mejorar nuestra memoria.
Te presentamos algunas de las mejores piezas de música clásica
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Equipo de redacción GoodLink